Vi la luz. Ahora o nunca. Tengo que tachar mi problema con las bicis. Y además hago feliz a mi nano en el día de su cumpleaños... Así que me lancé y le dije, "ale vamos". Y mi nano se puso contento y me empezó a explicar lo de las marchas. "¿Marchas?" dije yo. "Sí, marchas" dijo él. Y yo estaba mitad eufórica por la emoción de romperme los dientes y mitad acojonada por temor a romperme los dientes.
Y le dije a mi nano que este día era muy importante para mí y le expliqué mi trauma y que tal vez hoy lo superaría... Y como estaba hecha un flan le pedí consejo. Y entonces mi nano me dijo: "Lolita, sólo es una bici no es Moto GP". Pues coño, el chaval tiene razón. Y me tranquilicé un poco. Hasta que bajé a la calle.
Así que por la calle había un chaval en bici más feliz que una perdiz y detrás de él una persona más o menos "adulta" haciendo eses y gritando sin parar. Y me llevó a un parque para que practicara pero estaba lleno de perros y un chihuahua me perseguía. Él me ladraba y yo seguía gritando. Hasta que cogí un poco de seguridad y fuimos por la avenida grande, que allí hay carril bici. Y los bordillos son planos. Así que por una parte me tranquilicé pero por otra me desilusioné porque es como si hiciera trampas...
Hasta que llegó el momento! Un bordillo gigante! Y además no había semáforos así que algún buen samaritano me tendría que dejar pasar. El asunto se ponía interesante porque si me caía tendría público y eso me hacía sentir más insegura... Entonces le dije a mi hermano que pasara primero porque yo necesitaba más tiempo para pensarlo. Y no paraban de pasar coches hasta que uno me hizo la señal con la mano. Y el tiempo se ralentizó, como en las películas. A la izquierda el conductor. Mi nano enfrente gritando palabras de ánimo. A la izquierda otro conductor más. Y yo ahí parada escuchando los latidos acelerados. Y creo que hasta cerré los ojos porque no quería presenciar mi propia caída. Pero no me caí. Lo pasé. Y mi hermano se bajó de la bici y lanzó su gorra al aire. Y yo me bajé de la bici y bailé la danza de "prueba superada". Y como estaba tan emocionada le dije a mi hermano: "vamos a ver hasta donde llega el carril". Y además era todo cuesta bajo así que mis trenzas se deshicieron de la velocidad y yo gritaba de la nueva sensación descubierta. Y al final mi hermano que es mucho más tímido que yo también gritaba y como él iba primero cada vez que cruzábamos levantaba un brazo y decía "Bordilloooo!!!". Y nos fuimos bastante lejos porque ni siquiera sabía dónde estábamos.
Y esa es la historia. Una historia que ya puedo tachar después de no sé cuantos años... Y este fin de semana he vuelto a quedar con mi nano para ir en bici ^^
Y es probable que en mi lista vaya añadiendo más cosas que debo superar... Es una sensación extraña eso de ser mi propio enemigo y vencerme.
Y le dije a mi nano que este día era muy importante para mí y le expliqué mi trauma y que tal vez hoy lo superaría... Y como estaba hecha un flan le pedí consejo. Y entonces mi nano me dijo: "Lolita, sólo es una bici no es Moto GP". Pues coño, el chaval tiene razón. Y me tranquilicé un poco. Hasta que bajé a la calle.
Así que por la calle había un chaval en bici más feliz que una perdiz y detrás de él una persona más o menos "adulta" haciendo eses y gritando sin parar. Y me llevó a un parque para que practicara pero estaba lleno de perros y un chihuahua me perseguía. Él me ladraba y yo seguía gritando. Hasta que cogí un poco de seguridad y fuimos por la avenida grande, que allí hay carril bici. Y los bordillos son planos. Así que por una parte me tranquilicé pero por otra me desilusioné porque es como si hiciera trampas...
Hasta que llegó el momento! Un bordillo gigante! Y además no había semáforos así que algún buen samaritano me tendría que dejar pasar. El asunto se ponía interesante porque si me caía tendría público y eso me hacía sentir más insegura... Entonces le dije a mi hermano que pasara primero porque yo necesitaba más tiempo para pensarlo. Y no paraban de pasar coches hasta que uno me hizo la señal con la mano. Y el tiempo se ralentizó, como en las películas. A la izquierda el conductor. Mi nano enfrente gritando palabras de ánimo. A la izquierda otro conductor más. Y yo ahí parada escuchando los latidos acelerados. Y creo que hasta cerré los ojos porque no quería presenciar mi propia caída. Pero no me caí. Lo pasé. Y mi hermano se bajó de la bici y lanzó su gorra al aire. Y yo me bajé de la bici y bailé la danza de "prueba superada". Y como estaba tan emocionada le dije a mi hermano: "vamos a ver hasta donde llega el carril". Y además era todo cuesta bajo así que mis trenzas se deshicieron de la velocidad y yo gritaba de la nueva sensación descubierta. Y al final mi hermano que es mucho más tímido que yo también gritaba y como él iba primero cada vez que cruzábamos levantaba un brazo y decía "Bordilloooo!!!". Y nos fuimos bastante lejos porque ni siquiera sabía dónde estábamos.
Y esa es la historia. Una historia que ya puedo tachar después de no sé cuantos años... Y este fin de semana he vuelto a quedar con mi nano para ir en bici ^^
Y es probable que en mi lista vaya añadiendo más cosas que debo superar... Es una sensación extraña eso de ser mi propio enemigo y vencerme.