jueves, 26 de marzo de 2009

Born to ride. 1ª parte.

Tengo muchos traumas. Y manías. Y obsesiones. Y además una lista con cosas que quiero hacer antes de morir. Puede sonar pretencioso o quizás ridículo. Pero es que a estas alturas ya no es menester que me oculte en apariencias. Soy idiota. Y punto.

El otro día fue el cumpleaños de mi hermano (11!), así que lo visito tempranito para que él organizara el plan del día. Y ahora me ha dado por hacerme dos trenzas y la gente se piensa que vengo de hacer deporte... o del patio del colegio. Así que mi nano me dice, "como llevas dos trenzas vamos a dar una vuelta en bici" y me pone una gorra.

Y esta historia no tendría nada de especial si no fuera porque la noche anterior le dije a mi parte contratante que una de las cosas que tenía que hacer antes de morir era superar mi trauma con las bicicletas. No es que sea un trauma pero cuando me subo a una bici me siento como si fuera desnuda a clase. (¿Nunca has tenido ese sueño?). Si ya por naturaleza soy insegura, cuando me monto en una bici me deshago literalmente. Nunca jamás he podido cruzar la calle en bici. Es como si el bordillo de la acera se convirtiera en un muro imposible de atravesar. Al final lo que hacía era bajarme de la bici, cruzar la calle con la bici a cuestas y volverme a subir a la bici hasta el siguiente bordillo. Como soy una cobarde me deshice de la bici. Problema resuelto. Y no he vuelto a subir en una desde que tenía 10 años... hasta ahora.

2 comentarios:

jesus (of suburbia) dijo...

Una de las cosas que más me han sorprendido de Sevilla es la cantidad de carriles bici que han hecho. Y en este punto llega mi confesión, nunca, y dogo bien nunca, y espero que nadie lo lea, he montado en bici. La última vez fue con un triciclo muy de pequeño en una cuesta abajo del pueblo y un diente menos...

Ese sueño no lo he tenido nunca. El que se me repite constantemente, llámame raro, es que voy a clase y tengo un examen o una actividad pendiente y no lo he hecho o no he estudiado. Siempre me despierto sobresaltado.

Besotes.

closada dijo...

¡Ays, quillita! Hay que superar esa tremenda vaina con los velocípedos. La próxima vez, en lugar de ver barreras, siente que, al subir en él, fuese como si vuelas...

Besicos

jesus (of suburbia), te animo a que pruebes y que pedalees alegre. Los velocípedos son un gran invento. Yo no sé que haría sin mi querida Boogaloo.