jueves, 29 de mayo de 2008

Entre dos tierras

Me considero una melómana. Aunque evidentemente tengo mis grupos favoritos siempre me ha gustado descubrir nueva música y si es en directo mucho mejor. Es lo que me pasó el sábado pasado en el Aula de Cultura de la CAM. Descubrí a Omar Faruk Tekbilek, un músico turco afincado en Nueva York.

Llegué en la segunda canción así que toda la sala ya estaba a oscuras y unos focos color morado apuntaban a los músicos. Seis músicos en total y Omar Faruk en el centro, tocando la flauta como si estuviera entonando el rezo más solemne. Y es que enseguida tuve la sensación de presenciar algo muy especial, tanto los músicos como el público nos encontrábamos en perfecta comunión.



Me empapé de su música y mi mente me llevó al Gran Bazar de Estambul. Cada acorde del baglama y del kanun, cada entonación de la voz grave de Faruk era un olor diferente: curry, jenjibre, cardamomo, rosa turca... Todas estas especias venían a mi cabeza y me llevaban al otro lado del mar. Pero luego la música dio un vuelco y uno de los percusionistas y el teclista tocaban música árabe a ritmo de jazz así que mi cabeza volvió a viajar pero esta vez se dio un paseo por la Gran Manzana y por alguno de sus tantos locales donde la música se vive en directo.

- Omar Faruk-

Y es que escuchando música uno puede viajar sin moverse de su butaca...


miércoles, 21 de mayo de 2008

A veces pierdo el norte


A las muchachas que el otro día me preguntaron por una calle
y las mandé en dirección equivocada les digo:
Perdón
no era mi intención
es que a veces pierdo el norte
y no sé ni dónde estoy

lunes, 19 de mayo de 2008

El circo ha muerto... vamos a desenterrarlo!!

Esto es lo que reza Nosferatu, maestro de ceremonias del Circo de los Horrores.

Alicante estaba plagada de carteles anunciando este circo. En los carteles salía un payaso con aspecto diabólico así que ni siquiera me planteé acercarme a ver de qué trataba el cartel. Los payasos siempre me han dado un poco de fobia, y si tienen colmillos más aún. Hasta que un día no pude resistirlo más y entré en la página web para enterarme de una vez quién puñetas sería ese payaso. Era Grimo, el payaso asesino. Entonces leí que el director del espéctaculo era Suso Silva, un clown que había ganado el Premio Nacional de Circo en 2003. También vi que El Circo de los Horrores no era un espectáculo normal y corriente porque estaba ambientado en un cementerio gótico del siglo XIX. Era una fusión de circo, teatro y cabaret así que durante una semana empecé a repetir como una cría: "quiero ir al circo, quiero ir al circo, quiero ir al circo" Y al circo me llevaron, y además en primera fila...


Entramos media hora antes y estaba toda la carpa en penumbra, se escuchaban gritos y sonidos fuertes pero lo peor de todo es que de la niebla salían figuras tenebrosas. Los acomodadores eran familiares locos de los freaks... Igual se te acercaba un psicópata con camisa de fuerza, que una novia muerta se quería llevar a tu parte contratante pero el peor de todos sin duda era un tío de casi dos metros con unos zapatones de hierro que arrastraba lentamente y una máscara muy parecida al tipo de La matanza de Texas.

Grité, aullé y me desgarré las cuerdas vocales. Me subí a la espalda del novio de mi prima de un salto, le dejé sordo y casi le arranco los dedos a mi hermana de tanto apretarle la mano... Pero qué bien me lo pasé. No recuerdo una media hora más tensa en mi vida pero soltaba adrenalina por cada poro de mi piel.

Cuando empieza el espectáculo los freaks se esconden pero de un ataúd sale el maestro de ceremonias, Nosferatu. Saluda al público y hace fluir una risa nerviosa. Todos estamos disfrutando pero sin bajar la guardia porque entre acto y acto puede pasar cualquier cosa. En un momento de descuido unas monjas asesinas con unas sierras mecánicas se avalanzan sobre el público. Nos atacan por delante y por detrás y yo grito, me río y aplaudo a la vez.

La niña del exorcista es contorsionista y el fantasma de la ópera es trapecista. También hay dos personas-murciélagos que juegan contra la gravedad y una vampira muy guapa que se pasea con una pitón. Unos payasos con muy mala leche y una guillotina, un verdugo equlibrista y una mujer-araña que se cuelga por los aires con su seda. Hay magia, fuego, mímica y hasta un payaso que canta blues!


Yo no quepo en mí de la emoción. ¿He viajado al pasado? ¿Vuelvo a tener 10 años? No! Es la magia del circo que me posee durante 2 horas. Dos horas que para mi fueron muy especiales porque me hicieron olvidar los mil y un problemas que tengo diariamente en mi cabezota. Y cuando la función termina, los freaks salen y se quitan sus máscaras. Ya no son vampiros ni momias, son artistas. Y todo el público se funde en una única ovación. Todos nos ponemos en pie y silbamos porque creo que en realidad todos estamos agradecidos de que nos hayan dejado formar parte de su freakshow.

lunes, 5 de mayo de 2008

Nunca te acostarás sin saber una cosa más...

Este sábado ha sido completito...
Es curioso porque nunca se dejan de aprender cosas...

Por la mañana aprendí que no sé volar una cometa

- XII Festival de Cometas de Alicante -

Y por la tarde, que los buitres no tienen plumaje en la cabeza porque así no les cuesta limpiarse la sangre cuando se manchan al comer las entrañás de los animales muertos

- Exhibición de cetrería en el Mercado Oriental de Santa Pola -


Menos mal que aún sé apretar el botón de mi cámara de fotos...