miércoles, 21 de enero de 2009

Qué poca clase

Me he dado cuenta de lo fácil que es pisar a la gente. Ya me han pisado varias veces y sé que varias veces es poco con lo que me queda de vida, que prácticamente aún no he salido del cascarón. Sé que soy una presa fácil para los tiburones ególatras que van por ahí sueltos. Y esos tiburones siempre van acompañados de sus rémoras. No sé qué es peor, porque al menos al tiburón te lo ves venir...

Y después de una semana lloriqueando como una nenita y con una mueca de idiota perdida creo que mi cara vuelve a su forma habitual. Y me voy poniendo en pie otra vez, con otro error en la mochila, otra lección aprendida. Aunque el tiburón te jure que es vegetariano en cualquier momento le puede entrar el hambre. Y no dudará en arrancarte la cabeza de un mordisco...

Seguramente yo también tengo la capacidad de convertirme en una hija de puta. Pero hacerle sentir a alguien lo que siento yo ahora es una opción que no puedo elegir. Así que me quedo como estoy.

Las puñaladas por la espalda no te las ves venir. Pero no estaría mal que al menos un día te miraran a la cara mientras te la meten doblada...



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Sea lo que sea lo que te pasa, mucho ánimo, guapa, desde Zaragoza!Los tiburones siempre quieren más, nunca etsán satisfechos con sus presas y vuelven una y otra vez. Pero tú, eres mucho mejor que ellos por el simple hecho de sentir cada una de las cosas que haces (sí, y que te hacen también). Gracias a eso eres superior a cualquier persona de comportamiento inhumano. Créeme, prefiero sentir y sufrir que hacer daño sin ser capaz de ver por lo que está pasando la otra persona. Un besazo enoooooooooooooooooooooooooooooooooorme!!!!!!!!!!!!!!!

comunllum dijo...

Nadie tiene capacidad de convertirse en hijo de puta. Se es o no se es, o como diria alguno el hijo de puta nace, no se hace.

Y eso que lo primero que solemos decir cuando nos joden es algo parecido a "se acabo! a partir de ahora voy ser yo el/la que xxxxxx (rellenese con el texto adecuado)!!! ". Y nunca pasa.

Bellota dijo...

Yo también creo que es intrínseco a uno mismo. Pero el más hijoputa de todos es el hijoputa camuflado, que es ese que se camela a todo el mundo, y nadie cree verdaderamente que pueda ser capaz de pegar tales puñaladas... Yo he tenido varios/as también y lo mejor es desterrar para siempre de la existencia.

Alegria De La Huerta dijo...

Calma, calma, calma... somos así, no nos podemos forzar a ser otra cosa diferente. Nos seguirán dando puñaladas, somos buenas personas y no sabemos verlos venir. Un amigo el domingo me dijo que no puedo intentar ser mala, porque no lo soy... no lo conseguiría. Calma, calma, calma... no vale la pena ponerse a su altura, tú siempre sabrás que has hecho bien. Un beso!

luciérnaga dijo...

...vaya...
...y yo sé cómo te sientes :-(

ánimo y besos!

Anónimo dijo...

Ey, conozco a esta pintora, Lisa Falzon, verdad? Me encanta Boy from Mars, lo conoces?, bueno y todos sus dibujos.

Anónimo dijo...

Vaya, luego he leido el post, lo siento, a veces hago las cosas al revés... por impaciencia.
Mucho ánimo! No te pongas a su altura! Tú vales mucho más!

Lola dijo...

Sí, es Lisa Falzon y me encanta!
Besos a todos y gracias por los ánimos, ya se me ha pasado el berrinche :)