jueves, 7 de agosto de 2008

Capítulo 56

Quisiera decir algunas palabras acerca del miedo. Es el único y auténtico adversario de la vida. Sólo el miedo puede vencer a la vida. Es un contendiente traicionero y perspicaz, y bien que lo sé. Carece de decoro, no respeta ninguna ley, ningún principio. Te ataca el punto más débil, que siempre reconoce con una facilidad infalible. Empieza con la mente, siempre. Estás tranquilo, sereno y feliz y al poco rato el miedo, ataviado con la vestimenta de duda afable, se te cuela en la mente como un espía. [...]

[...] Te ves tomando decisiones precipitadas de forma atropellada. Despides a tus últimos aliados: la esperanza y la fe. Y ya está, tú mismo te has derrotado. El miedo, que no es más que una impresión, ha triunfado sobre ti.
Es una cuestión difícil de plasmar con palabras. Pues el miedo, el miedo de verdad, el que te sacude hasta los cimientos, el que sientes cuando te encuentras cara a cara con la muerte, te corroe la memoria como la gangrena: intentará cariarlo todo, hasta las palabras que pronunciarías para hablar de él. Tienes que luchar a brazo partido para alumbrarlo con la luz de las palabras. Porque si no te enfrentas a él, si tu miedo se vuelve una oscuridad muda que evitas, quizás hasta te olvides, te expones a nuevos ataques de miedo porque nunca trataste de combatir el adversario que te venció.

Vida de Pi
Yann Martel

1 comentario:

Anónimo dijo...

Concía el libro, pero no lo he leído. Ahora me han entrado ganas...

El miedo, creo que el miedo es un gran obstáculo para llevar a cabo muchos de nuestros planes, nos atenaza, nos angustia, y al final a veces no hay razones para tener miedo, es sólo una sensación desagradable que nos nace sin saber por qué y que, por cierto, es incompatible con cualquier historia de amor.

Mi amiga Eli habló también del miedo en su blog: www.siemprequedasitio.blogspot.com