Conversación de ascensor con todo el mundo: el frío ha llegado.
Ya he rescatado del fondo del armario mi abrigo de estrella del rock de los 70 (según me dicen)
Pasan los días y mi vida sigue igual. La mía, la tuya y la de otros muchos más...
Estoy en paro, nadie me quiere... dar algunas clases al nano me ayuda a ir tirando pero ya no puedo ir ni al cine, no tengo película destacada del mes, pero sí concierto. Apretarse bien el cinturón para ir a Murcia al concierto de Devendra ha merecido la pena (aún sigo comiendo arroz blanco, menos mal que me sale rico rico). Lo que iba diciendo, Devendra parece un buen tipo. Se ganó al público nada más salir. Qué felicidad ver un buen directo y sentir que la música vive.
Hice un curso de crítica cinematográfica y a los dos días ya me creé "enemigos". Tener diferentes opiniones sobre cine por lo visto calienta más que hablar sobre política.
También fui a una fiesta de moteros, pero porque unos amiguetes daban un concierto (Injured se llaman). Ahí estaba yo, entre un Ángel del Infierno y un punki rapado de botas de hierro. Por un momento me entró el miedo porque pensé que todos aquellos tipos se convertirían en vampiros igual que en "Abierto hasta el amanecer", hubiera sido divertido pero no les pasó nada. Bueno sí, se convirtieron en zombis cuando salió la chica del streptease. Así que aproveché que nadie me miraba para irme a mi casa a dormir. Una tía vestida de cuero y que se queda en cueros no me parece divertido ni original...
A pesar de que siempre me quejo de la misma mierda, el otro día en una reunión familiar mi tío me dijo que siempre me tomo todo lo que venga con buen humor.
Pues sí, el buen humor siempre me acompaña y más ahora que el mes que entra es de locos...