Mañana empiezo las clases así que para mí es como empezar un año nuevo. El 31 de diciembre sólo es un paréntesis, un descanso...
Si soy sincera, no tengo nada de ganas de empezar. Es más, he estado a punto de dejarme la carrera y cambiarme a otra. Me doy asco cuando empiezo ya apática porque para eso está el mes de febrero pero a veces tengo la sensación de que hace mucho tiempo que tropecé y nunca he terminado de caer. Y esto de no llegar a tocar fondo nunca produce una sensación de agobio imposible de soportar.
Algunos me dicen que este año va a ser diferente y que todo va a ir mejor. Sé que es mentira pero agradezco esa falsa esperanza porque cuando la siento recuerdo que a veces soy una persona y no un robot. Últimamente lo hago todo automáticamente, como una máquina que puedes enchufar y desenchufar según te convenga. Sin sentir, sin pensar, sin vivir...
Que nadie piense que soy negativa, en realidad siempre me estoy riendo de todo. Si tuviera suficiente disciplina como para estar sentada más de una hora en el mismo sitio podría escribir algún monólogo. Quizás tenga un talento desaprovechado (ves, ya estoy haciendo chistes).
En mi clase hay gente que me cae mal. En realidad no me sé el nombre de nadie. Algunas de mis amigas han acabado la carrera hace tiempo y aún están buscando trabajo por eso no conozco a nadie. He intentado integrarme con algunos pero he fracasado en mi misión. Los grupos son bastante cerrados así que muchas veces me siento sola (en la silla). Una vez empezaron a poner todos los abrigos a mi lado y me atrincheraron. Cuando me cansé moví el codo disimuladamente y la montaña de ropa cayó al suelo... no me molesté en recogerlo. Hay una chica que me cae muy mal. Siempre le digo hola cuando entro a clase y nunca me contesta y una vez la muy guarra me tiró una notita que decía "¿me dejas los apuntes de SS.SS.?" Yo le iba contestar a mi modo (es decir, "y una polla") pero le dije que no educadamente. Esto de ser una pardilla ignorada lo llevaría bien si no tuviera que hacer trabajos de grupo.
Total que mañana empiezo con mala cara y con mucha incertidumbre. Aún no sé ni cual es mi aula. No tengo el horario cuadrado del todo, no sé si me admitirán el cambio de grupo que he solicitado. Tampoco sé las asignaturas definitivas que me voy a coger. Todas estas cosas me ponen de malas pulgas...
Buf, por un momento me he animado escuchando una canción de Fu Manchu pero ha sido una falsa alarma. Por un momento he pensado que mañana haría amigos...