A veces un fragmento musical se mete en nuestra cabeza de manera incesante y no te deja vivir durante horas o incluso días. El antropólogo Oliver Sacks definió estos fragmentos como gusanos auditivos o cerebrales.
Cuando la canción se te pega y no te gusta es horrible, pero cuando no puedes dejar de escucharla en tu mente porque te ha encantado, entonces experimentas una sensación de absoluta necesidad hacia la tecla bucle...
Eso me ha pasado con una canción de Gotye. No tenía ni idea de quién era este tío y pensaba que era alguien nuevo, pero resulta que la canción ya tiene tiempo. Vivo un poco retrasada en cuanto a música se refiere...
Pues eso, no sé qué tiene esta canción pero ahora mismo la necesito en mi vida.
De vez en cuando pienso en cuando estábamos juntos,y también en cuando decías que te sentías tan feliz que podrías morir.
3 comentarios:
Señorita Lo, usted en qué mundo vive. La canción estuvo todo el año pasado martilleando las cabezas de la gente. A mí me pasa igual. Una canción me obsesiona y necesito escucharla a todas horas hasta que viene otra y la sustituye. Mi canción-obsesión ahora es Burn, de The Cure.
Vivo a mi ritmo, ya lo sabe usted :)
Tengo una carta para ti desde antes de febrero, te la mando?
Por favor. Mándela. Yo responderé gratamente.
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