Despedí el año con una discusión y lo empecé con otra.
No sé qué me pasa pero cada vez soy más inútil...
Lo bueno del 2013 supongo que fue el viaje a Londres y la consecuente unión con mis primas.
Lo malo, el puto proyecto final de carrera, que aún lo llevo a la espalda como una cruz, como la del mito aquel de Jesucristo... y mira que sigo en blanco...
¡Ah! bueno, y lo del corazón... que ahora resulta que me tengo que medicar de por vida. Ya ves tú la gracia que me hace...
Por lo demás, todo igual. Gracias.